Rafael
González-Serna ha ofrecido este domingo en el Teatro de la Maestranza un Pregón
de la Semana Santa de Sevilla de auténtica Puerta del Príncipe.
Y es que fue la suya una
pieza plena de sentimiento de principio a fin, con un macarenísimo epílogo que
puso la cumbre a casi hora y media de anuncio poético de lo que está por llegar
en la que el pregonero fue interrumpido hasta en 22 ocasiones por las ovaciones
de un público entregado.
Como se anunció en los días
previos, el Pregón de Rafa Serna incluyó dos momentos musicales, el primero,
muy aplaudido, con las notas del himno nacional y el segundo con una pieza
compuesta por Manolo Marvizón que le sirvió al pregonero para resolver su canto
al Miércoles y Jueves Santos y que incluye, entre otros, pasajes de marchas muy
populares entre los cofrades: 'Nuestro Padre Jesús', 'Macarena' de Cebrián,
'Candelaria', 'Procesión de Semana Santa en Sevilla', 'Esperanza Macarena',
'Corpus Christi', etc.
Pero vayamos por partes. El
acto del Pregón comenzó con los sones de la marcha 'Cristo en la Alcazaba', de
Fulgencio Morón, y la presentación del pregonero a cargo del delegado municipal
de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera.
Después, Rafael González-Serna fue nombrando a todas y cada una de
las cofradías de la Semana Santa hispalense, con momentos muy emotivos, desde
el recuerdo a Fernando Carrasco, compañero periodista de ABC de Sevilla
recientemente fallecido, hasta el pasaje final en el que felicita a su
madre porque su hijo pudo ser pregonero. Entre estos dos hitos, también hubo lugar para su devoción rociera, el
recuerdo a su padre, nazareno del Cristo de las Misericordias de Santa Cruz;
unas palabras para quienes atacan a las cofradías y a la Iglesia o el
agradecimiento al Señor de la Salud de Los Gitanos por su curación de un
cáncer, concluyendo a modo de broche de oro con sus devociones macarenas: el
Señor de la Sentencia y la Virgen
de la Esperanza.
Opinión: pocas palabras me quedan por añadir frente a los artículos que la
prensa sevillana y andaluza ha publicado en estas primeras 24 horas, solo me
gustaría recalcar el sentimiento y la pasión con la que Rafael González-Serna
embaucó a Sevilla. Un pregón algo innovador por los acertadísimos momentos
musicales y a la vez tradicionales en cuanto a estructura y disposición del
mismo. Si no es uno de los mejores pregones de la historia “apaga y
vámonos”, después del derroche de poseía por y para Sevilla creo que
Rafael González-Serna se ha hecho un hueco dentro de los sevillanos más
sevillanos y dentro del grupo de los pregoneros enamorados de nuestra tierra.
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