Rancio sevillano, amante de las
tradiciones de mi tierra, enamorado de mi ciudad y su gente, embaucado por
el aroma del incienso y el azahar en
Cuaresma, loco por las torrijas con mis compadres.
Qué
persona podría dedicarse a un tipo de blog como este, creo que está descripción
es obvia, pues solo un enamorado de sus costumbres, de su ciudad, de lo que
representa y de lo que engloba su pasión puede dedicarse a hacer este tipo de
cosas. En mi caso esta pasión tiene nombre celestial: “Semana Santa de Sevilla”.
Como
persona me defino como alguien al que quitarle la sonrisa es más complicado que
ver al Silencio a costero por La Campana, me considero una persona muy risueña
y melancólica, más melancólica que una “revirá” eterna con la marcha “Madrugá”
cogido del brazo de la persona que más quieres. Soy una persona igual de
abierta que el paso de los hombres de los Villanueva en el “Herodes”.